Las universidades ‘pueden tener que romper relaciones’ con países que amenazan la libertad de expresión.
Las universidades en Inglaterra podrían recibir instrucciones de terminar acuerdos con países extranjeros si se socava la libertad de expresión y la libertad académica, dijo el jefe de un organismo de control de la educación.
El profesor Arif Ahmed, director de libertad de expresión y libertad académica en la Oficina de Estudiantes (OfS), dijo que muchas universidades y colegios tenían «arreglos internacionales» en el extranjero.
Estos incluían la admisión de estudiantes extranjeros con becas y la acogida de instituciones financiadas en parte por gobiernos extranjeros.
La OfS cree que existe una «posibilidad de preocupaciones relacionadas con la libertad de expresión» en estas relaciones, dijo Ahmed, el zar de la libertad de expresión del gobierno.
Sus comentarios se produjeron cuando el regulador de la educación superior lanzó una consulta sobre orientación antes de que las universidades, colegios y sindicatos estudiantiles asuman nuevas responsabilidades de libertad de expresión.
La guía incluye ejemplos de lo que las instituciones de educación superior pueden tener que hacer para cumplir con sus deberes, que entrarán en vigor en agosto, para garantizar la libertad de expresión dentro de la ley.
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Ahmed dijo que la OfS podría recibir quejas de estudiantes, académicos o conferenciantes invitados sobre los acuerdos de una universidad con un país o institución extranjera.
Dijo: «Por ejemplo, si eso significa que hay personas empleadas por un instituto que están impidiendo protestas legítimas o silenciando a conferenciantes que cubren ciertos tipos de contenido sobre ese país, por ejemplo, o la política exterior de ese país.
«O quejarse si una universidad, por ejemplo, está restringiendo ese tipo de actividad porque está preocupada por sus relaciones con un país extranjero.
«Si ese comportamiento constituye una restricción de la libertad de expresión dentro de la ley y alguien presenta una queja ante nosotros, entonces podemos considerar que la queja está justificada y luego hacer recomendaciones».
Ahmed dijo que el organismo de control podría pedirle a la universidad que «termine» o «reformule» su acuerdo con el país extranjero.
Agregó: «Si hay problemas, las universidades tendrán que hacer todo lo posible para actuar de manera compatible con sus deberes de libertad de expresión.
«En la medida en que eso signifique una reconsideración de su relación con otros países, obviamente es algo en lo que sería buena idea que comiencen a pensar ahora».
Sus comentarios se producen después de un informe del organismo de control parlamentario de espionaje en julio del año pasado que planteó preocupaciones sobre la influencia china en las universidades británicas.
El Comité de Inteligencia y Seguridad (ISC, por sus siglas en inglés) advirtió que Pekín utiliza los Institutos Confucio para controlar la narrativa sobre China y robar investigaciones académicas.
Ahmed dijo que la OfS podría considerar que una universidad está incumpliendo sus deberes de libertad de expresión si considera que es «financieramente conveniente».
En Inglaterra, las tasas de matrícula universitaria para estudiantes universitarios nacionales se han congelado en £9,250 al año desde 2017.
The Times reveló el lunes cómo las principales universidades de Gran Bretaña ahora obtienen la mayor parte de sus tarifas de estudiantes extranjeros, a quienes se les cobran tarifas mucho más altas.
Docenas de universidades, incluyendo Oxford y Cambridge, ahora obtienen solo una minoría de sus ingresos por tarifas de estudiantes británicos.
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Ahmed dijo: «Nos preocuparía si creemos que las universidades y colegios dependen demasiado de los estudiantes internacionales hasta el punto en que no tienen planes para enfrentar una situación en la que, por ejemplo, pueda haber una fluctuación repentina en el número de estudiantes internacionales».
Sus comentarios se producen después de que la Ley de Educación Superior (Libertad de Expresión) se convirtiera en ley en mayo del año pasado.
Esta ley requerirá que las universidades, colegios y sindicatos estudiantiles en Inglaterra tomen medidas para garantizar la libertad de expresión lícita en el campus.
Esto no incluye el discurso ilícito, como acosar a otros o incitar a la violencia o al terrorismo.
